Nivel alto en la bilirrubina

La bilirrubina es una sustancia acumulada en la sangre bajo ciertas circunstancias puede producir daño cerebral, en los niños sanos que tuvieron un buen peso al nacimiento, así como madurez de término, la acumulación de bilirrubina puede llegar a cifras de 20 a 25 miligramos sin hacer algún daño, aunque cabe aclarar que debe valorarse cada caso individualmente.

El daño cerebral que puede causar la bilirrubina es básicamente en bebes prematuros o en aquellos que han tenido algún tipo de descompensación de su organismo: infección, deshidratación, shock, etc; asimismo el grado de inmadurez puede condicionar que la bilirrubina afecte la salud del bebé; si tu bebé tubo muy buenas condiciones de nacimiento, debes permanecer tranquila.

Se chupa el dedo

Se trata de un problema muy frecuente la recomendación general es evitar que los niños se chupen el dedo incluso es mejor no ofrecerles chupones, sobretodo si no hay necesidad de hacerlo, pues ahí que aclarar que en algunos pequeños el reflejo de succión es intenso y están sumamente intranquilos si no se encuentran algo chupando.  Es difícil decidir cuando un niño puede requerir un chupón pero los padres pueden hacer pruebas  y para aquellos chiquitines que realmente requieran de un objeto que succionar, es mejor darles otro instrumento y evitar que se chupen el dedo.

El hábito de chuparse el dedo es muy difícil de erradicar y es posible que sin querer los padres estén fomentándolo; si es así, dicho hábito puede durar mucho tiempo. Algunos tips para evitar que se chupen el dedo es distraer al pequeño con otras cosas para que no fije su atención sobre la succión, se puede utilizar móviles, juguetes, estimulación motora, etc.

Tartamudez

En los niños pequeños, la curación de la tartamudez suele ser rápida, con un tratamiento que combine ejercicios de psicoterapia y actividades de foniatría, aplicado desde los cinco o seis años, la corrección de este defecto del habla es totalmente segura. Pero nosotros también podemos contribuir a hacer más fácil la curación del pequeño:

Debemos asegurarle un sueño tranquilo y suficiente, estimular la realización de ejercicio físico, el estudio de música, el baile y en general todo trabajo de ritmo corporal, conviene que lo animemos a integrarse a grupos de su misma edad que refuercen su socialización, la confianza en si mismo, el optimismo y la calma, no debemos forzarlo pero si darle facilidades, hay que proporcionarle una dieta sana y equilibrada que excluya cualquier excitante.

Actividades después de la escuela

Cuando buscamos actividades extraescolares para los pequeños debe ser siempre contando con su opinión aunque algunas veces lo que los niños quieren hacer puede no ser una actividad extraescolar, y habrá que respetar su decisión.

A pesar de que es complejo establecer mínimos y máximos, lo cierto es que no conviene cargar al niño con más de dos actividades fuera del horario de clase, pero sean las que sean, lo que no debe hacerse es justificarse los extras con las expectativas propias de los adultos (aquellos padres que quieren que sus hijos hagan lo que ellos no pudieron hacer), ni con la inversión del futuro (eso de que el ingles y la computación le servirá mucho mejor cuando sea mayor)

Las actividades extraescolares deben tener un carácter complementario, que no secundario, en la formación integral del pequeño.

Solos en casa

Un hogar vacío puede infundir temor a cualquier edad, por eso, antes de dejarlos solos, hay que tener la seguridad de que los niños están bien preparados para ello. El niño justifica la ausencia de sus padres, saben que están trabajando y lo asume. Pero puede sentir una sensación de abandono y soledad que dejara huella y grandes conflictos.

Lo ideal es la presencia de un adulto si no es posible, contratar a alguien puede solicitarse colaboración de familiares, vecinos o amigos. Y si es imposible podrás encontrar otras opciones como asistir a las oficinas de orientación de su escuela para buscar actividades extraescolares donde los niños estén ocupados de una forma agradable o bien organizarlas con nosotros mismos.