Ofrécele algún juguete fuera de su alcance, cuando este
acostado, para hacer que levante su cabeza. Ya debe girar completamente, tomar
objetos cercanos y por primera ocasión observaremos que rompe la gravedad y
puede sentarse en medio giro (es importante favorecer esta actividad y no
traccionarlo al sentarse, ya que no es un patrón muy adecuado de sentarse) Y
aun no debemos ponerlo de pie.
Podemos observar que responde con atención a su nombre y que
balbucea. Podemos empezar a taparle la cara con un trapo y cuando se descubra
ponerle al encuentro un juguete de su agrado.
Alrededor de esta edad es común que el niño manifieste temor
hacia los extraños, lo cual se incremente a los 8 meses.
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