La hemorragia nasal o también conocida como epistaxis, suele
presentarte con cierta frecuencia en los niños, y se debe a una dilatación y a
la fragilidad de los capilares de las mucosas.
¿Qué hacer?
Inclinar la cabeza del pequeño hacia delante y aplicarle un
poco de hielo en la nariz, comprimiéndola durante cinco o seis minutos, para favorecer
la formación del coágulo y la detención de la hemorragia.
Evita inclinar hacia atrás la cabeza del niño. De esta
manera el sangrado seria más abundante y el liquido al llenar al estomago podría
provocar una crisis de vomito.
En caso de episodios repetidos de epistaxis, y para resolver
el trastorno de forma definitiva, puede ser útil acudir a la consulta de un
especialista en otorrinolaringología, quien valorara la conveniencia de
cauterizar los vasos sanguíneos de la mucosa nasal, responsable de la
hemorragia.
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