Son practicamente las dos únicas tareas que tienen los recién nacidos en su agenda así que hay que hacerlas bien. Los bebes no solo se alimentan de leche, también lo hacen de cariño. Si logramos que asocie estas dos sensaciones desde el primer día, estaremos sentando las bases de un buen equilibrio emocional. Tanto el pecho como el biberón se ofrecen a demanda. Busquemos un lugar tranquilo, sin ruidos ni corrientes de aire y pongamonos cómodos. Cuando el bebe tenga destreza succionando podrá comer en apenas unos minutos.
Si le damos pecho, lo debemos colocar con la nariz a la altura del pezón, panza con panza de mamá. Podemos provocar el reflejo de succión tocando con el pezón el lado superior del bebé, y ayudarlo a comer sujetando el pecho desde abajo y comprimiendo para que la leche salga con mas facilidad. Al principio los pequeños pueden ser bastantes irregulares, pero tienen a estabilizarse hacia la sexta semana de vida.
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