El niño tiene la lengua seca y los ojos rodeados de un halo
azul oscuro, además, esta somnoliento y hace poca pipí durante el día.
Es preciso distinguir la deshidratación propiamente dicha,
que se acompaña de pérdida de peso superior al cinco por ciento y que requiere
una intervención médica urgente, de lo que podríamos definir como deshidratación
“leve”, relacionada con un episodio de diarrea o con las temperaturas elevadas,
que provocan la perdida de muchos líquidos a través del sudor.
Lo que se debe hacer es dar de beber al pequeño a menudo,
sobre todo si el lugar de vacaciones tiene un clima seco y ventoso, donde se
suda poco y no se advierte que el organismo necesita líquido igualmente. Cuando
la temperatura sube, aunque el niño no aparezca acalorado, se le tendrá que
ofrecer algo de beber.
0 comentarios:
Publicar un comentario