Se manifiestan en la cara y en el cuerpo del niño, aparecen
manchas rojas que no se secan (es decir no se forma costra que, una vez
desprendida, permitiría la completa curación de la herida). Por lo contrario,
la piel permanece tierna y sale pus o liquido seroso de la lesión.
Esto se trata de impétigo, un problema frecuente durante el
verano, cuando la piel es más delicada, porque la fina capa lipoproteínica (formada
por grasa y proteínas) que la protege se ve afectada por la agresión de agentes
externos, como los rayos ultravioleta y el contacto con la arena o la tierra, o
bien por el sudor que crea un ambiente húmedo que facilita las infecciones.
Casi siempre el impétigo se desarrolla en las zonas en las
que las defensas ya están debilitadas por ejemplo: puede presentarse como
consecuencia de la picadura de un insecto, un eccema o una quemadura.
0 comentarios:
Publicar un comentario